El detective llega a la escena del crimen. La lluvia fina cae sobre la ciudad, creando una atmósfera fría y pesada. Al acercarse a la cinta policial, se encuentra con un antiguo compañero de la fuerza, quien lo saluda con sorpresa:
– "¿Qué haces aquí? ¿No te habías retirado ya?"
El detective no responde de inmediato. La pregunta lo hace sentir extraño. Un nudo en el estómago. El tiempo parece dilatarse. La ansiedad lo invade. Su respiración se vuelve irregular y, poco a poco, empieza a dejar de escuchar a su compañero. Las voces se distorsionan, como si estuviera bajo el agua.
En ese momento, el detective se recompone.
– "¿Puedo investigar un poco?"
Su compañero lo observa, algo desconcertado, pero asiente sin decir más.
Cuando el protagonista llega a la escena del crimen, ve a la víctima y tiene un deja vu. Se nota que la reconoce, pero su memoria le juega en contra.
– "Espera... Yo la conozco... Ella es..." (se queda en blanco, no recuerda el nombre).
El otro detective, sin notar la confusión, menciona el nombre.
– "Se llamaba Margaret Sullivan, detective privada. Parece que estaba investigando este caso por su cuenta."
De repente, un flashback. La escena cambia. El color de la pantalla se vuelve más apagado, como un filtro sepia que marca la diferencia temporal. Los ruidos se distorsionan, las luces parpadean, y las sombras parecen alargarse. La cordura del detective empieza a resquebrajarse.
El jugador puede caminar por la escena, pero todo está borroso y confuso. El ambiente es el mismo, pero algo no cuadra. En sus manos, el detective sostiene una libreta en la que anota números, pero la escritura parece inestable, como si estuviera temblando.
A lo lejos, un garabato que aparece y desaparece en un parpadeo. El detective no puede entenderlo bien, pero siente que algo tiene que ver con el caso. Un par de preguntas cruzan su mente, pero su lógica se nubla.
De repente, todo se detiene. Un golpe en el suelo. El detective cae al suelo, desmayado.
La visión se aclara lentamente, y el compañero está agachado junto a él.
– "¿Estás bien?" – pregunta, preocupado.
El detective alza la vista hacia el garabato, que ahora se ve con más claridad. Es un espiral. Algo no encaja.
Desorientado, se levanta y saca su cuaderno. No entiende lo que escribió. Sus manos tiemblan al ver los números en su libreta, pero en medio del caos de la escritura, una fecha aparece con claridad. Al acercarse más, esa fecha coincide perfectamente con un caso antiguo. El jugador debe interactuar con el garabato para verlo en su totalidad.
Ahora el detective tiene una pista clara: la fecha que podría ser clave. Pero todo parece ir en contra de su mente desbordada. Con una urgencia que no comprende bien, se dirige a su oficina, sintiendo que esta fecha lo está llevando de nuevo a un caso que ni siquiera recuerda bien. Las sombras de su pasado lo están alcanzando.